jueves, 22 de octubre de 2009

District 9 -con spoilers.




La raza humana es una mierda.

Eso es una de las miles de cosas que District 9 me dijo. Claro, no es la 1a vez que llego a semejante conclusión, pero si es una donde D9 hace un énfasis brutal. D9 hace tantas cosas bien, que me siento motivado a verla de nuevo para, quizá, encontrar defectos medianamente importantes, pero sobre todo, quiero superar este shock post-función que sigo experimentando.

El manejo de esa idea de alienígenas en la Tierra cambia radicalmente a lo visto en otras películas. Ellos no vienen a invadirnos, ni a matarnos, ni se quedan suspendidos sobre NY o usan sus láser para destruir La Casa Blanca. Ellos se notan fuertes físicamente, pero muy frágiles emocionalmente, con la mirada triste y con una sensación de abandono por estar lejos de su planeta natal. El mismo diseño visual pudo ser usado en algo de Michael Bay y habría escenas de 6 alienígenas destrozando 89 humanos, pero Blomkamp no quiere seguir ese camino. Sin ser de lágrima fácil, decide llevar la historia de un modo crudo, realista hasta donde se puede -que es mucho- y dando especial interés a los personajes. Si, hay armas gigantescas, naves imponentes, mechas que detienen las balas y las regresan a sus enemigos, sangre, gore, headshots. Pero eso no es el móvil de la película.


Y mientras vemos más y más tecnología extraterrestre, comprobamos que los seres humanos somos contradictorios y polifacéticos.


Ahora, D9 me deja pensando varias cosas respecto al cine actual. Blomkamp, quien yo conocí por su corto basado en Halo, muestra no solo una visión fresca, sino un modo de trabajar que es acorde. Si bien es fácil pensar que no tenía dinero para desperdiciar, lo que consiguió es usado de modos increíbles. Las creaturas son hermosas -de un modo letal y, curiosamente, emocional- llenas de gestos que crean una empatía inmediata, armas impresionantes, todo esto con vehículos que convencen en su animación y apariencia. Blomkamp toma el recurso de falso documental, que te mete en la historia de un modo sencillo, para luego abandonar ese estilo y hacerlo igual de crudo, pero más cinematográfico. No gastó 20 millones de USD para que Tom Cruise apareciera guapo y con mano alien, sino que fue por gente desconocida que te hace creer que todo esto sucedió-sucede-sucederá. En lugar de eso, gastó su dinero en que su idea fuera clara. Eso es un compromiso con tu propio trabajo y creo es muy relevante en el cine.

No quiero que Cruise sea un desempleado más, pero tampoco debe ser la parte importante de cuanto proyecto se relacione con el.

No hay comentarios: